El post que me penaba hace más de una semana

Creo que he tratado de empezar este post más de seis veces, pero siempre hay algo que me interrumpe, ya sean mis hermanos que necesitan el computador para una tarea o mi falta de inspiración, que me hace cerrar la página antes de volver a leer lo que escribí.
Así que hoy decidí publicar lo que salga, aunque quede hasta la mitad y sea lo más asqueroso que he escrito en mi vida.

Mejor empiezo antes de que pase algo... La persona que escribe en estos momentos, se llama Josefina, y lo debe hacer en tercera persona, porque sino le suena muy patético, y como dijo mi compañera Zeta (presente ahora y siempre?!), parecería presentación de alcohólicos anónimos.
La persona que en estos momentos deja plasmados sus pensamientos mediante el teclado, es una persona bastante extraña, que no sabe muy bien como encontró a estos otros individuos especiales, pero esperaba hallarse algún día con ellos. (No se porque no me había dado cuenta de que estaban en la punta de mi nariz… o mejor dicho, en la sala de al lado).

Josefina es una persona que va variando según las estaciones del año, pero nunca cambia radicalmente: intenta ser disimulada y confundirse con la masa, aunque a veces no le resulta, y saca la voz cuando quiere decir algo. Josefina trata de ser feliz, le gusta observar a la gente en el metro y las calles, fijarse en las cosas que nadie ve, callar a la hora de hablar, reírse a la hora de callar, jugar con los gatos de la calle, hacer dibujitos en los márgenes de los cuadernos y hacer una larga cadena con los boletos de micro. A Josefina no le gusta ver televisión, se enoja al ver gente con una postura muy cerrada frente a cualquier tema y se molesta por ser tan indecisa para escribir.

Largo post, bastante "yo - ego - yo", pero creo que sirve de presentación o algo por el estilo. Para la próxima prometo traer algo más productivo e interesante.